La llegada de Juan de Alvarracid como consecuencia de pleito con los franciscanos por la administración y justicia de Simoca que pasaron a manos de Alvarracid alrededor de 1688.
Poco después los franciscanos abandonaron la misión y los fieles que acostumbraban a asistir a misa comenzaron a reunirse a orillas del camino bajo la sombre de los pacarás, esperando el paso de las carretas con destino a Tucumán, Buenos Aires, Córdoba, Chile, o a Santiago del Estero. Allí se congregaban para recibir o enviar correspondencia o para realizar algún encargue aprovechando de paso para hacer el trueque de sus productos por los “efectos de Castilla” .
Luego llego el ferrocarril a Simoca y se fue agrandado el tema trueque y venta a los pasajeros.
Costumbre que significo a través de los años y que hoy se transformo en la tradicional feria sabatina.
En el mes de Julio se celebra el tradicional festival de la feria los cuatro sabados de Julio donde el frio del invierno se entibia con el calor del fuego de las parrillas de la calidez de la gente pueblan y se mezcla en canto y danza con los turistas que visitan Simoca en Julio.
Ahora la Feria cuenta con el Portal donde se exhiben artesanías de los artesanos de la zona, la dirección de Turismo, y la guardia, y dirección de la Feria.
Al final del predio se encuentra el Escenario Virgilio Carmona donde artistas locales, provinciales y nacionales delectan a Simoqueños, tucumanos y extranjeros con sus canciones, danzas, con fuegos artificiales para la despedida y con una convivencia alegre, tranquila de disfruté total del pueblo, artistas y visitantes.
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